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<\/figure><\/div>\n\n\nEl movimiento de mujeres en la historia de los derechos humanos, sin duda lo ha revolucionado, alcanzando progresivamente su mandato que es la protecci\u00f3n integral y plena de la dignidad humana. Desde la revoluci\u00f3n francesa, donde los ide\u00f3logos de la ilustraci\u00f3n se centraban en los derechos civiles y pol\u00edticos de \u00fanicamente los hombres hasta el ejercicio de los derechos econ\u00f3micos sociales y culturales que se pensaban desde el androcentrismo sin tomar en cuenta las cargas que recib\u00edan las mujeres en relaci\u00f3n a su fuerza de trabajo, entre otros factores.<\/p>\n\n\n\n
Los derechos de libertades, que inicialmente se pensaron en c\u00f3mo los hombres, como sexo superior, pod\u00edan desenvolverse en un mundo con otros hombres igual de poderosos, ignoraron por completo a un grupo social que merec\u00eda, bajo la teor\u00eda de la dignidad, participar tambi\u00e9n del mandato \u201cIGUALDAD, LIBERTAD Y FRATERNIDAD\u201d<\/strong>. De esa forma, inici\u00f3 un camino de construcci\u00f3n de discursos de democracia, lejano al de las mujeres que se replicar\u00e1 en futuros espacios de exigencia de derechos.<\/p>\n\n\n\n Posterior a eso, el movimiento de mujeres se encarg\u00f3 de posicionar la voz, la libertad y el derecho de participaci\u00f3n que ellas ten\u00edan en la agenda pol\u00edtica a trav\u00e9s de m\u00faltiples manifestaciones, pocas de ellas pac\u00edficas. Pues, responder a la violenta posici\u00f3n de hombres que aseguraban que el mandato de la mujer en la sociedad respond\u00eda a fines reproductivos y de cuidado (a otros hombres) deb\u00eda de responderse con total contundencia. Finalmente, a trav\u00e9s de presiones sistem\u00e1ticas, las mujeres lograron INCORPORAR EL SUJETO FEMENINO<\/strong> en esta categor\u00eda de derechos humanos con las mismas ideas de los grandes ilustrados de los siglos de las luces, sumadas a una serie de protestas.<\/p>\n\n\n\n M\u00e1s adelante, los derechos econ\u00f3micos sociales y culturales entraron en disputa en el \u00e1mbito de los derechos humanos. Sin embargo, nuevamente se hablaba del trabajo del obrero, de la salud f\u00edsica de los hombres biol\u00f3gicos, de la educaci\u00f3n de los varones que lograban dedicarse a eso por tener esposas que les manten\u00edan en casa. La igualdad, como fundamento de los DESCA lograron adoptar un enfoque diferenciado, reconociendo que las mujeres sufren la desigualdad estructural distinta y m\u00e1s fuerte que la de los hombres. Logrando as\u00ed, construir POL\u00cdTICAS P\u00daBLICAS CON ENFOQUES DE G\u00c9NERO<\/strong> llegando a ser mucho m\u00e1s efectivas.<\/p>\n\n\n\n Por ello, se debe afirmar que la lucha por los derechos humanos, que se materializa en la historia como un proceso de disputa contra poderes hegem\u00f3nicos oprimidos, tambi\u00e9n ten\u00eda la lucha interna, la lucha contra el patriarcado. Las mujeres acercaron el discurso de derechos humanos a una real doctrina de protecci\u00f3n de la dignidad de todas y de todos.<\/p>\n\n\n\n Con este breve antecedente, nos permitimos en el siglo XXI discutir un derecho que el movimiento feminista nuevamente intenta posicionar en la palestra de discusi\u00f3n acad\u00e9mica y pol\u00edtica de los derechos humanos, esto es, el derecho al cuidado. De forma general, los derechos humanos en el siglo XXI deben responder a las condiciones de desigualdad estructural que existe, la acumulaci\u00f3n excesiva de riqueza y tambi\u00e9n a las din\u00e1micas de explotaci\u00f3n, consumo y extractivismo (no s\u00f3lo de la naturaleza sino tambi\u00e9n de nuestros cuerpos y energ\u00eda).<\/p>\n\n\n\n El sistema capitalista patriarcal opera sobre nuestros cuerpos OPRIMIDXS, EXPLOTADXS<\/strong> y PRECARIZADXS<\/strong>, imponiendo un imaginario social donde, mientras tengamos trabajo, salud y educaci\u00f3n de m\u00ednima calidad, hemos podido alcanzar esa dignidad plena y el Estado ha cumplido su rol de protecci\u00f3n y garant\u00eda de derechos humanos.<\/p>\n\n\n\n Seg\u00fan la CEPAL el cuidado, \u201ccomprende todas las actividades que aseguran la reproducci\u00f3n humana y el sostenimiento de la vida en un entorno adecuado. Ello incluye el resguardo de la dignidad de las personas y la integridad de sus cuerpos, la educaci\u00f3n y formaci\u00f3n de las personas, el apoyo psicol\u00f3gico y emocional\u201d.[1]<\/sup><\/strong><\/sup><\/a><\/em> <\/p>\n\n\n\n Nuestro ordenamiento jur\u00eddico tambi\u00e9n reconoce el derecho al cuidado. Cuando se refiere a personas adultas mayores, en su art\u00edculo 38 (8), establece que el Estado tomar\u00e1 medidas de \u201cProtecci\u00f3n, cuidado<\/strong> y asistencia especial cuando sufran enfermedades cr\u00f3nicas o degenerativas.\u201d Cuando se refiere a mujeres embarazadas, en su art\u00edculo 43 (3), determina que el Estado garantizar\u00e1 \u201cLa protecci\u00f3n prioritaria y cuidado<\/strong> de su salud integral y de su vida durante el embarazo, parto y posparto\u201d. Cuando se refiere a ni\u00f1as, ni\u00f1os y adolescentes, en su art\u00edculo 45, reconoce y garantiza \u201cla vida, incluido el cuidado<\/strong>\u2026\u201d y, reconoce en su art\u00edculo 46 (9), la \u201cprotecci\u00f3n, cuidado <\/strong>y asistencia especial cuando sufran enfermedades cr\u00f3nicas o degenerativas.\u201d. Cuando se refiere a personas privadas de libertad, en su art\u00edculo 51, reconoce el derecho a contar con medidas de protecci\u00f3n a favor de ni\u00f1os, ni\u00f1as, adolescentes, personas con discapacidad y personas adultas mayores \u201cque est\u00e9n bajo su cuidado <\/strong>y dependencia.\u201d Cuando se refiere sobre la familia, en su art\u00edculo 69, el Estado debe promover la maternidad y paternidad responsable y que la madre y el padre \u201cestar\u00e1n obligados al cuidado<\/strong>\u201d de hijos e hijas. Cuando se refiere del derecho al trabajo, en su art\u00edculo 325, establece que el Estado debe garantizar toda modalidad de trabajo incluso \u201clabores de auto sustento y cuidado<\/strong> humano\u201d; en el mismo sentido, en su art\u00edculo 332, \u201cse reconoce como labor productiva el trabajo no remunerado de auto sustento y cuidado<\/strong> humano que se realiza en los hogares\u201d. Cuando se refiere de j\u00f3venes, en su art\u00edculo 329, garantiza el derecho de ser sujetos activos en la producci\u00f3n, \u201cas\u00ed como en las labores de auto sustento, cuidado<\/strong> familiar e iniciativas comunitarias.\u201d Cuando se refiere de grupos de atenci\u00f3n prioritaria, en su art\u00edculo 363 (5), determina que el Estado tiene la obligaci\u00f3n de \u201cbrindar cuidado<\/strong> especializado. \u201cCuando se refiere sobre el seguro universal y de las personas que realizan tareas de cuidado<\/strong>, en su art\u00edculo 369, establece que se financiar\u00e1 con aportes y contribuciones del Estado. <\/p>\n\n\n\n La Corte Constitucional del Ecuador[1]<\/sup><\/a>, tuvo la oportunidad de analizar constitucionalmente este derecho, identificando: \u00e9l o la titular, el contenido y \u00e9l obligado. Al respecto de la titularidad, la Corte reconoce que cualquier ser humano o naturaleza tiene el derecho al cuidado y \u201c<\/em>que hay per\u00edodos en que estas necesidades son m\u00e1s imprescindibles para la sobrevivencia, sobre todo al comienzo y al final de la vida, aunque a lo largo de toda la vida se necesita de cuidados cotidianos frente a situaciones que podr\u00edan producir limitaciones a la autonom\u00eda\u201d[2]<\/sup><\/strong><\/sup><\/a><\/em> . <\/p>\n\n\n\n En esa l\u00ednea, a\u00f1ade que pueden existir escenarios donde este derecho puede ser ejercicio por el titular, donde se lo identifica como \u201cautocuidado\u201d y otros escenarios donde \u201c<\/em>el cuidado constituye una obligaci\u00f3n y responsabilidad para otras personas, entidades o el Estado\u201d[1]<\/sup><\/strong><\/sup><\/a>.<\/em><\/p>\n\n\n\n Al respecto del contenido y su alcance, la Corte reconoce obligaciones negativas y positivas. Sobre las obligaciones positivas, se exige que la persona, entidad o el Estado ofrezcan las condiciones necesarias para el ejercicio del derecho al cuidado y las negativas un ejercicio de prohibici\u00f3n de interrumpir el cuidado. Por otro lado, se identifican dos derechos en relaci\u00f3n al derecho al cuidado: a ser cuidado y a cuidar. El derecho a cuidar, para la Corte es cuando una persona cuenta con el tiempo necesario y suficiente para desarrollar v\u00ednculos con otra que necesita cuidado. Y el derecho a ser cuidado, \u201cuna persona requiere ser atendida en relaci\u00f3n con una necesidad por carecer de autonom\u00eda, tener su autonom\u00eda disminuida o no contar con las condiciones para ejercer el autocuidado\u201d.<\/em> <\/p>\n\n\n\n Por otro lado, se identifican dos derechos en relaci\u00f3n al derecho al cuidado: a ser cuidado y a cuidar. El derecho a cuidar, para la Corte es cuando una persona cuenta con el tiempo necesario y suficiente para desarrollar v\u00ednculos con otra que necesita cuidado. Y el derecho a ser cuidado, \u201cu<\/em>na persona requiere ser atendida en relaci\u00f3n con una necesidad por carecer de autonom\u00eda, tener su autonom\u00eda disminuida o no contar con las condiciones para ejercer el autocuidado\u201d.<\/em><\/p>\n\n\n\n Finalmente, el sujeto obligado es cualquier persona que, en relaci\u00f3n con responsabilidades establecidas por acuerdo o por el sistema jur\u00eddico, debe cuidar.<\/p>\n\n\n\n \u201cLa corresponsabilidad refiere a la responsabilidad que tiene cada uno de los sujetos con relaci\u00f3n al cuidado. En primer lugar, est\u00e1 cada una de las personas con el cuidado a s\u00ed mismo (autocuidado). En segundo lugar, est\u00e1n quienes tienen obligaciones (por el principio de reciprocidad), como el padre y madre con relaci\u00f3n a sus hijas e hijos, la mujer o el hombre en relaci\u00f3n con su c\u00f3nyuge o pareja. Un tercer lugar corresponde a los miembros del espacio en el que se desenvuelven cotidianamente las personas, como la familia, el lugar de trabajo o de educaci\u00f3n. Un cuarto lugar es la sociedad o comunidad, el barrio, el condominio, la familia ampliada, las organizaciones sociales. En quinto lugar est\u00e1 el Estado, y ac\u00e1 pueden existir varios niveles: nacional, provincial, cantonal, parroquial.\u201d[1]<\/sup><\/strong><\/sup><\/a> (subrayado es m\u00edo)<\/p>\n\n\n\n En el marco del D\u00eda Internacional de la Acci\u00f3n por la Despenalizaci\u00f3n del Aborto, el movimiento feminista nos recuerda que este derecho relacionado a la autonom\u00eda reproductiva ha sido practicado hist\u00f3ricamente, como una forma de cuidado a la salud e integridad de ellas mismas, para asegurar su derecho a la salud plena e integral.<\/p>\n\n\n\n Por un lado, identificados el autocuidado debido a que la pr\u00e1ctica del aborto es hist\u00f3rica y las compa\u00f1eras lo han realizado antes de la existencia del Estado mismo, y por otro lado cuidado donde debe recibir prestaciones por parte del Estado.<\/p>\n\n\n\n Ante ello, varios organismos internacionales se han pronunciado al respecto de la negativa de prestar el servicio de pr\u00e1ctica de aborto, el Informe de la Relatora Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del m\u00e1s alto nivel posible de salud f\u00edsica y mental, Tlaleng Mofokeng en tiempos de COVID del 16 de julio de 2020 se\u00f1al\u00f3 que al respecto de la salud sexual y reproductiva, en su obligaci\u00f3n de respeto, los Estados deben abstenerse \u201c<\/em>de interferir directa o indirectamente en el ejercicio de este derecho por parte de las personas, incluso mediante la reforma de las leyes que impiden el derecho a la salud sexual y reproductiva, como \u201clas leyes que penalizan el aborto\u201d.<\/em><\/p>\n\n\n\n Por otro lado, en\u00a0 el Informe de la Relatora Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del m\u00e1s alto nivel posible de salud f\u00edsica y mental del 6 de mayo de 2020\u00a0 se recuerda que el derecho a la salud sexual y reproductiva es una parte fundamental del derecho a la salud, que incluye el acceso a servicios de aborto seguros y legales y que \u201c<\/em>el acceso a servicios de aborto seguros y legales garantiza la dignidad y la autonom\u00eda de las ni\u00f1as y las mujeres como elementos de su salud sexual y reproductiva.\u201d<\/em><\/p>\n\n\n\n Finalmente, el Comit\u00e9 para la Eliminaci\u00f3n de la Discriminaci\u00f3n contra la Mujer, en su recomendaci\u00f3n General N\u00b024 (1999) se\u00f1al\u00f3 que la es discriminatorio negarle a una mujer la prestaci\u00f3n de determinados servicios de salud reproductiva. <\/em>Adem\u00e1s, a\u00f1adi\u00f3 que \u201c<\/em>las leyes que penalizan ciertas intervenciones m\u00e9dicas que afectan exclusivamente a la mujer y castigan a las mujeres que se someten a dichas intervenciones, constituyen un obst\u00e1culo para el acceso de las mujeres a la atenci\u00f3n de salud\u201d.<\/p>\n\n\n\n Lo importante de estos pronunciamientos, es que se verifica la calidad del derecho al aborto, no solo como parte de los derechos sexuales y reproductivos, sino tambi\u00e9n como parte del derecho al cuidado. Por ende, la negativa de un Estado en el acceso al aborto de calidad, viola directamente el derecho que tienen a \u201cser cuidadas\u201d imponi\u00e9ndoles un mandato de maternidad y un rol violento de cuidado a partir de la estereotipaci\u00f3n de la mujer.<\/p>\n\n\n\n La agenda feminista, nuevamente incorpora nuevas herramientas de protecci\u00f3n de la dignidad de las personas pensando en la sostenibilidad de la vida y de las afectaciones que podemos tener mientras vivimos en un mundo desigual y explotado.<\/p>\n\n\n\n El DERECHO DE LAS MUJERES A ACCEDER A SERVICIOS INTEGRALES<\/strong> de salud sexual y reproductiva, incluido el aborto de calidad, ha sido reconocido en los est\u00e1ndares internacionales de derechos humanos que garantizan el DERECHO A LA VIDA, LA SALUD, LA INTIMIDAD Y A NO SER DISCRIMINADA<\/strong>. Estos derechos son violados cuando el Estado criminaliza a las mujeres que desean la interrupci\u00f3n voluntaria del embarazo, a pesar de la existencia de pronunciamientos que han se\u00f1alado que el acceso al aborto de calidad (seguro y legal), es un elemento central para el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres en t\u00e9rminos generales, incluyendo sus derechos (no) reproductivos y aquellos relacionados a su inherente condici\u00f3n de persona.<\/p>\n\n\n\n El DERECHO AL CUIDADO<\/strong> implica que el Estado debe garantizar derechos fundamentales entre los cuales est\u00e1n: el derecho a la vida digna, la salud, educaci\u00f3n, a la protecci\u00f3n contra todo tipo de violencia y el acceso del derecho al aborto de calidad (legal y seguro). Por ello, es urgente modificar las leyes absolutistas en materia de derechos (no) reproductivos, ya que, de lo contrario, las mujeres y las ni\u00f1as se enfrentan a marcos normativos restrictivos y regresivos en materia de aborto que las obligan a ser madres y las criminalizan. De ah\u00ed que el derecho al aborto legal y seguro es indispensable para que las ni\u00f1as y mujeres tengan acceso al ejercicio de ciudadan\u00edas plenas<\/p>\n\n\n\n [1]<\/sup><\/a> \u00cdbid, p\u00e1rr. 130<\/p>\n\n\n\n [1]<\/sup><\/a>Ibid, p\u00e1rr. 116<\/p>\n\n\n\n [1]<\/sup><\/a> Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 3-19-JP\/20 y acumulados del 05 de agosto de 2020.<\/p>\n\n\n\n
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